Dejo de respirar por un momento. Miro, escucho, siento. Y recuerdo. Se acelera. Algo se activa. Ese algo, sí. No busco y aun así encuentro. Y tú, que no te quieres dar cuenta. Tú, tan inocente, no sabes ni la mínima parte de todo lo que siento, todo lo que pienso. Y claro que estoy aqui. Aqui para quedarme. Sonrisas de complicidad, de felicidad, de ¿vida?. 1, 2, 3. Inspiro, espiro.
Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasóil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la linea recta.. Me enherban los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tánto tráfico y tánto sin sentido..
Parada frente al mar, mientras en mundo gira.
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