
Ahora es cuando me pregunto por qué lo hice. ¿Por qué tuve que comer de esa manzana? Arriesgar todo aquello de esa manera.
Ahora estoy aquí, condenada por un crimen que no sabía que iba a cometer, ya que la ignorancia fue mi único pecado. ¿Quién me iba a decir que iba a condenarme?
Y ahora me arrepiento de lo que hice, aunque sé que no debería hacerlo. No puedo arrepentirme de ser una ilusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario